La soledad puede afectar la salud Psicológica y Física

La vivencia de la soledad, es decir, sentirse solo a pesar de estar rodeado de familiares o amigos es una mala compañera en la vida. Para algunos, puede ser pasajera, pero para muchos es crónica y afecta no solo su salud mental sino también su salud física. 

Según el estudio  Barcelona Brain Health Initiative, dirigido por el neurólogo Álvaro Pascual-Leone, la vivencia de la soledad impacta en el cuerpo como si te fumaras 15 cigarrillos al día o como la obesidad. Esta conclusión se obtiene al proyectar el riesgo de enfermedad de distintos estudios epidemiológicos que demuestran que la vivencia de la soledad (sentirse solo) es un factor de riesgo para patologías y discapacidad.

Está demostrado que la buena nutrición, dormir bien y hacer ejercicio físico contribuyen a la salud integral, pero según el doctor Pascual-Leone los pilares que promueven buena salud cerebral y, por ende, la buena salud en general

«se basan más en no sentirse solo y en tener una razón de ser. Ambos acaban siendo mediadores de los otros hábitos. Aquel que tiene un plan vital definido, algo que le hace vivir y que le trasciende, que se proyecta en el más allá, en los otros, en el bien común, se puede permitir, entre comillas, dormir menos o hacer menos ejercicio porque el impacto negativo de esos malos hábitos es menor.»

A continuación te mencionamos cuatro aspectos de nuestra salud en los que la soledad puede hacer mella, todo acorde estudios científicos.

1. Quienes padecen soledad son propensos a enfermedades cardiovasculares

Según los datos de la investigación, una persona que padece depresión, ansiedad, estrés crónico o cualquier tipo de trastorno que afecte su salud mental, tiende a sufrir enfermedades físicas, especialmente cardiovasculares.  «Si tienes un cerebro que funciona mal, al final el resto de tu cuerpo funciona mal», puntualiza el doctor Pascual-Leone.

2 La soledad impide combatir enfermedades comunes

Según un estudio de las universidades de California y Chicago, publicado en 2015 en la revista especializada PNAS, la sensación de soledad puede suprimir la eficacia del sistema inmunológico.

Las personas que se sienten solas y/o aisladas presentan un aumento del 12% en la actividad de los genes CTRA, asociados a la respuesta inmunológica y por tanto,  no están en capacidad de defenderse de enfermedades comunes.

Los investigadores explican que el ser humano evolución para estar en grupo, es parte de su «naturaleza». Estar y/o sentirse solos durante largos periodos de tiempo produce la alerta inconsciente de amenaza. El cuerpo está «alerta» y esto desencadena una inflamación general que reduce la capacidad para combatir infecciones. 

3. La soledad aumenta la presión sanguínea

La hipertensión se encuentra asociada a la soledad y aumenta las probabilidades de riesgo de padecer un derrame, ataque al corazón, problemas en órganos como el riñón e incluso de provocar demencia. Esta es la conclusión de otro estudio de la Universidad de Chicago, publicado en la revistaPsychology and Aging (2010).

4. La soledad aumenta el riesgo de muerte prematura

Aunque parezca increíble el aislamiento social y la soledad aumentan en un 30% el riesgo de muerte prematura, según un estudio realizado por la Universidad de Brigham Young de EEUU.

Dicha investigación se basa en el análisis de 70 estudios diferentes con 3.4 millones de participantes.

La conclusión es que los adultos de mediana edad son más propensos a morir cuando sufren soledad crónica o viven en aislamiento a diferencia de aquellos adultos mayores en las mismas circunstancias.

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